Día 1 Madrid Munich

Salimos de Madrid con la expectativa de ver como reaccionaria Yaiza ante el avión siendo ya consciente y no un bebe. Pero siempre jugando se paso rápido,

sobre todo porque desde antes de despegar ya se quedo frita y duro hasta que el avión se paro del todo. NO se enteró.

Llegamos a Munich y tras recoger la mochila, teníamos que coger un tren, nada mas salir hay unas maquinas que se supone que donde puedes sacar los tickects, sin embargo un poquito a la derecha hay un mostrador con unas personas (no muy simpáticas) que te venden el billete sin necesidad de trastear la maquina.

El tren te lleva hasta Munich y dependiendo de donde tengas el alojamiento podrás pararte en un sitio o en otro. Los nombres tan fáciles hace que te puedas confundir asi que estad atentos.

Cuando llegamos el recibimiento fue una tromba de agua, y encima preguntando donde coger un autobús. El muchacho con cerveza en mano fue muy majo y nos dijo que teníamos que hacer y nos dijo que solo eran 2 paradas que no merecía la pena pagar el ticket que habia que comprar en la estación porque en el bus no se puede pagar, y a un muchacho tan simpático no se le puede llevar la contraria jeje

Otra de las cosas que aprendimos nada mas llegar es que a las 6-7 de la tarde las ciudades estan muertas, asi que hay que cenar pronto. Cuando llegamos al hotel tuvimos la suerte de localizar un restaurante italiano que se comía muy bien, una pasta riquísima aunque el primer sablazo fue en la botella de agua.

A día siguiente decidimos que con una cría y con solo una mañana en Munich nuestra única solución era coger un Bus turístico que nos mostrara la ciudad en una hora. Un vistazo rápido para ver lo grande que era la ciudad y sobre todo lo verde que es todo, digna de dedicarle al menos un par de días. El bus tiene todos los idiomas eso si.